viernes, 21 de marzo de 2008

¿Es justo?

La violencia y la discriminación contra la mujer se expresa en diversos aspectos, sólo por el hecho de ser mujeres. En el ámbito del hogar, sufren desde el ser violentadas sexualmente, hasta la falta de respeto a sus derechos, como con la trasgresión de sus deseos, motivaciones y libertad, falta de comprensión, ofensa, discriminación, descalificación, etc. Los datos afirman que un 20% de las mujeres, sufre de algún tipo de violencia domestica. En cuanto a la vida laboral, se ve la diferencia en la desigualdad salarial y en la cantidad de puestos jerárquicos que ocupan mujer y hombre, aun en las mismas condiciones de preparación. La mujer debe responder a estereotipos que no encajan en las capacidades intelectuales o que por lo menos deben venir acompañadas de ellas; se supone que una mujer está preparada cuando, además de la preparación que pueda tener, responde a un patrón de belleza al que el hombre no está sometido. Y además de todo esto, lo más demigrante e inmoral a lo que podemos hacer referencia cuando hablamos de discriminicaión laboral es, sin duda, el acoso sexual en el lugar de trabajo, un reciente estudio asegura que un 18,6% de las mujeres que trabajan fuera del hogar sufren acoso sexual; en 2007, 835.000 mujeres trabajadoras denunciaron sufrir acoso sexual en el trabajo, pero probablemente habrá muchas más que no se atrevan a quejarse. Cada uno de nosotros, hombres y mujeres, debemos reflexionar acerca de lo que se encuentra a nuestro alrededor, pensemos si es justa la posición en la que se encuentra la mujer en el mundo, tanto profesional como personalmente.

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